febrero 08, 2013

Las disciplinas y el grado de sumisión

Entender a la disciplina como una de las herramientas de dominación es primera instancia posicionarse desde un concepto educativo, pero a la vez desde un concepto normalizador. No se refiere a la educación y a la normalización como sistemas de formación de sujetos, sino de formas económicas que el sujeto objetivado presenta.
La disciplina genera o se afianza desde las normativas de acción, el sujeto integrado al sistema social responde a ciertas conductas que se rigen por el mismo sistema. Las normas adecuan al sujeto dentro de sus propias reglas. De esta forma el sujeto es un integrante activo dentro de la sociedad. Su operatividad radica en las formas productivas y de desarrollo social o colectivo, donde el resultado de su disciplina se manifiesta en las formas productivas de la sociedad.
De esta forma el sujeto se objetiviza en los resultados de producción y a la vez de consumo, produce la cantidad necesaria para que el sujeto social consuma los propios bienes generados. Para ello la disciplina que se ejerce en el cuerpo, es aceptada desde las formas conceptuales. La producción es dada por la actividad física y a la vez es comprendida la producción por los mecanismos discursivos. De esta forma el mundo fetiche de los objetos y el mundo de las simbologías quedan supeditadas a las formas de producción y consumo. Dos aspectos del mismo proceso de sociabilización del sujeto activo dentro de la sociedad.
De esta forma, según Foucault, las tecnologías del yo1 conforman al sujeto tanto en la relación sujeto-sociedad como sujeto-individual. El sujeto-sociedad en donde los campos simbólicos se conjugan en el juego de poderes interpresonales e intrapersonal, conforman las cosmogonías y la de los saber; el sujeto-individual se conforma en las relaciones de producción y de cambios de los saberes y creencias. De esta forma las interrelaciones de la tecnología del yo generan el relato histórico del sujeto que actúa de forma plena dentro de las normas disciplinares de las sociedades.
A la vez, en la formulación de las tecnologías del yo se presentan acciones individuales, el sujeto capaz de reflexionar sobre si mismo y actuar en consecuencia, genera movimientos narrativos propios, su relato social se confluye en las determinaciones que hacen al sujeto el campo subjetivo del yo; pero todas estas siempre dentro del marco disciplinar. El relato del sujeto no se escapa de las normas sociales y a la vez responde a los lineamientos de producción, se pone en juego la subjetividad del sujeto en las formas productivas y aceptables dentro de las normas sociales.
Todo este mecanismo de acción y de poder ponen en juicio las libertades individuales, cada sujeto es propio centro de la capacidad disciplinaria, que responde a los mandatos de producción y con esto a las formas normalizadoras de aceptación de la conformación social.

1 -1) tecnologías de producción, que nos permiten producir, transformar o manipular cosas; 2) tecnologías de sistemas de signos, que nos permiten utilizar signos, sentidos, símbolos o significaciones; 3) tecnologías de poder, que determinan la conducta de los individuos, los someten a cierto tipo de fines o de dominación, y consisten en una objetivación del sujeto; 4) tecnologías del yo, que permiten a los individuos efectuar, por cuenta propia o con la ayuda de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo y su alma, pensamientos, conducta, o cualquier forma de ser, obteniendo así una transformación de sí mismos con el fin de alcanzar cierto estado de felicidad, pureza, sabiduría o inmortalidad.

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